sábado, 26 de diciembre de 2009

En estos casos es difícil decidir, solamente puedes orar. Pero aún así, tenemos que tomar decisiones. El gran problema que siempre "padezco", es pensar demasiado las cosas, pensar demasiado en los riesgos y después no hacerlo, será porque lo he intentado y a veces las cosas salen mal, pero está vez, todo parece un remolino de ideas, si se le puede llamar así. Si, adivinaste, es mi corazón. No sé ni que escribir, solo se que quiero escribir, se lo que quiero escribir, pero no se como decirlo, es como si mi "agua cristalina", estuviera turbia otra vez, es como no querer darse cuenta de muchas cosas por miedo a equivocarse o lastimarse. Ok...

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